29 de septiembre de 2011

La Verdad disparada

Robert Louis Stevenson sobre Walt Whitman ...


Llega el turno a Hojas de hierba, de Whitman, un libro que me fue de especial utilidad, ya que dio la vuelta a mi visión del mundo, disipó mil telarañas de espejismos éticos y burgueses y, después de demoler mi tabernáculo de falsedades, me asentó sobre una sólida estructura de virtudes esenciales y viriles. No obstante, una vez más, es un libro solo indicado para aquellos que poseen talento para la lectura. Seré franco; creo que esto sucede con todo buen libro, salvo, quizá, con las ficciones. El hombre común vive de una manera tan convencional que la verdad disparada en cargas de pólvora contribuye más a desmantelar su credo que a fortalecerlo. O bien clama al cielo por la blasfemia y la inmoralidad reinantes, y se acurruca junto a ese pequeño ídolo de medias verdades y convencionalismos que constituyen la divinidad de nuestro tiempo, o bien, seducido por lo nuevo, olvida lo antiguo y se convierte él mismo en un hombre verdaderamente indecente y blasfemo. Una verdad nueva solo es útil como complemento de la antigua; una verdad tosca solo sirve para vigorizar, nunca para destruir nuestros, a menudo, elegantes y cívios convencionalismos. Aquel que no sepa juzgar, limítese a la lectura de ficciones y periódicos. Le harán poco daño, y al menos, de aquellas sacará algun provecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario