10 de febrero de 2013

A un hilo de José Saramago














El suave viento en la ciudad me abriga
y me susurra algo que de simple tardo en comprender:
que me ama y me abriga y por su amor
he yo de amarlo
¡todo cuanto al aire libre crece!

Cuando me reencarne quisiera hacerlo en un árbol
con raíces bien ancladas en la Tierra
¿Y dónde queda dios?
¿dónde está?
Antes se decía en el cielo
ya no hay cielo
hay espacio
dijo un sabio,
A trece millones de años luz están los límites del espacio
¿Y dios?
¿dónde queda?


Luis María